LAS PIPAS DE LA PAZ - JUGO CEREBRAL E.P.

Si me preguntais por Mexico, así a bote pronto, diria que su comido (love it, man), el Subcomandante Marcos, el Santo y desde la primera vez que escuché "El mero basilón", Las Pipas de la Paz. Adoro a estos tipos, en serio, son una salvaje banda sonora para una de mis pelis favoritas, los imagino destrozando con sus ritmos el apartamento del Guateque de Blake Edwards junto a un histriónico Peter Sellers. Vuelven a la carga con este "Jugo cerebral", que inevitablemente debes de usar como un buen chute a tu cerebro para que no pare de moverse ni un solo momento durante los once minutos que duran estas cuatro canciones, un minutaje corto pero intenso.

Desde que suena la salvaje "Pamela" con ese omnipresente teclado en combate con el espíritu mas punk que desprenden el resto de instrumentos, sin compasión y sin retroceso, un paso hacia delante de puro rock and roll del que bebe en varias décadas atrás. Solo un cambio en la formación, ahora al bajo en vez de Ramona, es Afro Pipa quien acompaña a Pilo, Paco y Rulo, que se desbocan con "Basilón", a base de golpes de teclado y un bajo que muestra el camino. La sensación de velocidad se adueña de las canciones, introduciendote en una autopista hacia el ritmo.

Me encanta ese sonido de "Coming Change". ¿Recordais a la familia Monster?, coño, pues seria ideal para sonar en cualquiera de sus capítulos. Muy rockera, con el bajo predominante y ese órgano que es el gran protagonista de todo el e.p. Cierran con "You're gonna miss me" con hechuras de rock clásico, donde la voz de Rulo, me vuelve a traer algún eco de Morrison, al igual que en "El mero basilón" y esas guitarras que suenan muy, pero que muy bien, a pesar de estar un poco soterradas. Lastima que Las Pipas de la Paz no hayan metido mas temas, porque se echa en falta seguir disfrutando de sus canciones.

4 temas de rock, garage y surf, con un órgano que toma la voz cantante y una banda que suena conjuntada y sabiendo a la perfección lo que se traen entre manos. Ya os digo, no hay nada mejor antes de iros a la cama, que una buena sesión de Las Pipas de La Paz. Y ahora, mientras terminan de sonar, a buscar El Guateque en la estanteria y hacer sesión continua tras haber llenado de adrenalina mi jugo cerebral.