POR AMOR A LA MUSICA: RODRIGO Y GABRIELA AND C.U.B.A. - AREA 52

Después de haberme saltado la ronda de la semana pasada de Por Amor A La Música, primero por haberme pegado unos dias de relax total en un hotel y después, por tener que recuperar todo lo dejando sin hacer esos tres dias, me encuentro con que mi querido Vinny, toma la decisión de que el instrumento protagonista en esta aventura del jazz y el rock, sea el bajo, lo que me trae una buena historia a la cabeza. Y es que, yo me introduje en el mundo del jazz gracias a un bajista, mi buen amigo Jose Gallardo, bajista de Saurom, a base de discos de Jaco Pastorius, consiguió que me rindiese ante un estilo, al que antes solo me habia acercado de pasada. En aquellos tiempos, yo trabajaba en una tienda de discos, y Jose pasaba horas allí conmigo, charlando de nuestras cosas y por supuesto de música, comentando discos y escuchando propuestas que nos haciamos. Un dia comenzó a traerme discos de Jaco Pastorius, empeñado en que lo escuchase, y por supuesto, que prestase especial atención al bajo, un instrumento, que hasta entonces, reconozco que no habia centrado mi atención en él, más allá de su papel en la sección rítmica.

También en aquellos días, mantenia una relación con una persona vinculada al flamenco, lo que me hizo introducirme en ese mundo, en sus historias y recovecos, en el que reconozco que nunca me sentí a gusto del todo, sobre todo por cosas que fui conociendo. Pero musicalmente si me enriqueció, además me encontré con un trio que estaba muy de moda en aquellos dias, cuando gente como Ketama o Raimundo Amador, se alejaban del flamenco más puro e intrasigente, para acercarlo a las masas, algo que ya antes también habian hecho Veneno o Pata Negra, nunca lo suficientemente reconocidos, que se vieron en medio de dos mundos. Mucho protagonismo en esos dias, lo acaparaban Tino Di Geraldo, Jorge Pardo y un excelente bajista, Carles Benavent, que rapidamente atrajo mi atención. Si bien el flamenco en si no me atrajo del todo, la fusión con el jazz si que me sedujo a la primera, sobre todo, trás comprarme un disco llamado Jazzpaña II, donde participaban además de Benavent, Pardo y Di Geraldo, gente como Chano Dominguez, Fareed Haque, Perico Sambeat, Reanud Garcia-Fons o Michael Brecker o los arreglos de Colin Towns.

Bien pensado, la unión de jazz y flamenco, ya se habia hecho presente en mi vida hace tiempo, gracias al rock andaluz, de la mano de bandas como CAI o Imán, pero ahora si tomaba conciencia de la unión de músicos de jazz y del flamenco. Como dije antes, me fui introduciendo en la figura de Benavent, que junto a Pepe Bao, se conviertieron en mis dos bajistas preferidos, ambos capaces de moverse como pez en el agua, por cualquier oceano en el que les tocase nadar. Mi siguiente encuentro con Benavent, fue a través de un disco, que aún hoy en dia, sigue sonando muchisimo en mis altavoces, Casa Jamboree, junto a Ramón Valle y Salvador Niebla, que junto a esa incipiente interés por el jazz, me fuí encontrando a Carles en trabajos junto a Chick Corea y Miles Davis, y por supuesto, junto a ese genio universal, que está por encima de géneros, estilos o lo que sea, que fué Camarón.

Carles también tuvo su relación con el rock, sus pasos en el progresivo, de la mano de Máquina, con su disco "En directo" del 72. Forma Musica Urbana, con el que grabaria "Iberia" y colabora con otro de los pioneros del prog hispano, Max Sunyer, con el que graba seis discos. Su bajo ha estado al servicio de gente como Serrat o Paco de Lucia, además de sus discos en solitario o colaboraciones con muchísima otra gente, y tocar con los hermanos Brecker, Pat Metheny, Quincy Jones o Michel Camillo entre otros muchos. Así, que la verdad, tenia muchisimas ganas de hablar de Benavente, y mira por donde, Vinnie, me lo ha puesto en bandeja, lo que me lleva al año pasado, en el que el catalán, colabora en el disco de Rodrigo y Gabriela, "Area 52".

Rodrigo y Gabriela, son un duo de guitarristas mexicanos, en cuyos ritmos acústicos, bucean por los ritmos látinos, flamencos o de donde les apetezca, pero a la vez, con influencias del rock y el heavy metal, algo que ambos siempre han reconocido, grabando en sus discos, versiones de gente como Led Zeppelin, Metallica o Megadeth y reconociendo a Testament, Slayer o Metallica como grandes influencias. No en vano, ambos tocaban en una banda de thrash metal llamada Tierra Acida, de la que se largaron, buscando ampliar sus miras, convirtiendose en una banda de rock, muy sui generis. En 2012 deciden regrabar alguna de sus canciones, pero colaborando con una orquesta formada por 13 jovenes músicos de La Habana, conocido como C.U.B.A., con la ayuda del pianista suizo Alex Wilson, que se ha encargado de los arreglos de música cubana.

Rodrigo y Gabriela, siempre han gustado de reunirse de otros músicos en sus discos, y aqui no será menos, además de la orquesta C.U.B.A., dejan constancia de su buen hacer, Anoushka Shankar en el sitar, el bateria John Tempesta (The Cult, White Zombie, Testament), el grupo palestino Le Trio Joubran y Samuel Formell Alfonso ( Los Van Van), y por supuesto, como supongo que ya imaginareis, Carles Benavent, que hace su aparición en un par de temas, en "11:11" donde se hace visible por la importancia del bajo en dicho tema y en "Juan Loco" y sus aires látinos y flamencos.

Para quienes ya conozcan la carrera del duo mexicano, se van a encontrar esas temas de los que ya hemos disfrutado, pero más latinizados, más festivos, muy encarados hacia el latin jazz, sin perder nunca de vista ese fondo rockero que siempre han mantenido en sus composiciones. Canciones como "Diablo rojo" les ha quedado, para mi gusto, perfecta con esta revisitación o ese clásico del duo que es "Tamacún", una canción que los fans de Breaking Bad seguro que conoceis, donde la bateria de Tempesta la da mucha consistencia, y el ritmo que consiguen gracias al grandisimo trabajo, que también hay que nombrarlos, de los músicos cubanos que forman la orquesta, hace que te tengas que mover por fuerza. Ya me estoy enrollando demasiado, así que mejor, buscaros el disco, y escuchad a Rodrigo, a Gabriel, a Carles, a C.U.B.A. y a sus ritmos latinos en clave de jazz.