POR AMOR A LA MÚSICA - THE BELLRAYS - MEET THE BELLRAYS
Love is in the air, el amor está en esta ronda de Por Amor A La Música. Esta vez, el maestro de ceremonias, el San Valentín que dispará con su arco agujas de tocadiscos, es Pupi, que se ha lanzado a enredarnos, con Bob y Lisa, esa pareja que da vida a The Bellrays. Cuando lo leí, dije, wow, este es mi Pupi, se ha marcado una ronda que me puede venir como anillo al dedo, ya sabeis que yo soy de sube el amplificador al once (como dirian Spinal Tap) y desata los infiernos. La primera vez que escuché hablar de Lisa y Bob, y del resto de la banda, fue en el 2002. Por aquellos días, vivia en Madrid, y no conseguí cuadrar fechas para la edición del Serie Z, a pesar de que venian Hanoi Rocks y Dictators entre otros, y aunque la mayoria de las bandas participantes, pasaban más tarde o temprano por Madrid, y pude ir viendolas, lo cierto es que aquel cartel fue inolvidable, con Raging Slab, Nashville Pussy.....
Recuerdo que, cuando bajé a Cádiz por navidades, hablando con un colega que estuvo allí, me comentó, tio, al loro con The Bellrays, me han volado la puta cabeza. Y en cuanto pude, me hice con un disco de esa banda que me recomendaba el colega. Ese disco era un recopilata con vistas al mercado británico sobre todo, que recogia grabaciones de sus dos primeros discos, llamado "Meet The Bellrays", un gran título, para los que como yo, descubriamos a la banda con ese disco. En cuanto volví a Madrid, a principio de 2003, me perdí en una de esas calles cercanas a la Plaza Santo Domingo, para meterme en una de sus tiendas de discos, y agenciarme este "Meet The Bellrays", mientras curiosamente, veia que anunciaban a la banda para final de més en la sala El Sol, con lo que aquel día terminó recalando en mi añorado Madrid Rock, y pillando ese mismo día la entrada.
Llegué al piso que tenia alquilado en la calle La Palma, mis dos compañeros, seguian disfrutando en Cádiz de sus vacaciones navideñas, así que encendí la pequeña mini cadena que teniamos, subí el volumen y me enfrenté de de frente con un apabullante "Too many houses in here", y esa mescolanza de sonidos, ese sabor sucio del rock de Detroit (aunque la banda sea angelina) y sobre todo ese torbellino que es la voz de Lisa, con todo el matiz soul que atesora y la potencia devastadora del mejor registro del rock and roll más potente. Seguian esas guitarras iniciales a lo Ramones de "Fire on the moon" que de pronto se convertian en un infranqueable muro sónico, mientras Lisa seguia derrochando clase. Con los ojos como platos y los oidos en estado constante de alerta, a pesar de que solo habian sonado dos temas del disco, ya pensaba en lo que se me podia venir encima en El Sol.
Recuerdo que la primera vez que le puse a un muy buen amigo el tema "Heat Cage", instintivamente me dijo, Led Zeppelin, y algo hay en esas guitarras, aunque termine desembocando en un trallazo de reminiscencias casi punk a lo Stooges, y es que The Bellrays beben de todo aquello que les gusta, que nos gusta, que me gusta. Recuerdo que una de las cosas que más me gustó, es lo crudo que sonaba el disco, lo que le daba un toque especial, como en la soulera "Zero pm", que me hacía descubrir aún más la voz de Lisa. Podria seguir describiendo todas y cada una de las 15 canciones que componen este disco, desde el hard rock de "Under the mountain" a ese soul/rock de "Hole in the world", encontrarse con la música de The Bellrays, además hablando de sus dos primeros trabajos (que es lo que recopilaba este disco), donde la potencia se desbordaba a raudales.
En aquellos días, recorria las calles de Madrid con un pesado discman, y durante mucho tiempo, The Bellrays sonaban una y otra vez en mis atormentados oidos, a través de los auriculares. Mucha gente habla, dice, que ahora en el metro, todo el mundo va a lo suyo, con las cabezas inmersas en su iphones, smartphones o tables. Bueno, tampoco hemos cambiado tanto, yo siempre viajaba con un libro y mi discman, y como yo, muchísima gente en el vagón. Un viejo bolso negro, siempre iba colgado de mi hombro, con la lectura que llevase al día, otra más si la principal estaba llegando a su fin y el discman. Excepto, cuando iba a algún concierto, claro está, como aquel 28 de enero, que me enfrenté en la sala El Sol, a aquello que escuchaba una y otra vez en cd.
Valgame los demonios, que todo lo que me esperaba de la banda en directo, se hizo realidad. Un sonido apabullante, una energía de fuera de este mundo, y más en una sala como aquella, con el escenario a un palmo de la gente. Lisa fue un autentico huracán, que bajó del escenario a cantar entre la gente, y a la que un incauto, intentó tocar la cabellera, siendo casí fulminado por la mirada y el gesto de la Keloula. Ha sido bueno recordar como conocí a The Bellrays, tanto discograficamente, como en directo, y además, de la mejor manera de interesarse en una banda, cuando te la recomiendo algún amigo, al calor de una conversación.
Comentarios
En cuanto al disco de The Bellrays..el mejor! Yo les vi la primera vez en el Serie Z, e primero que se hizo!
A+
Te felicito hermano, me has hecho feliz recordando el pasado.