SAVATAGE, CLARA USÓN Y LA GUERRA DE BOSNIA
No sé si será por naturaleza, pero sentimos fascinación por las guerras, los uniformes, las batallas. Desde películas, libros o documentales, sentados en el sofá nos fascinamos con el poder de destrucción, quizás porque no llegamos a ser conscientes, o quizás no queremos serlo, de que aquello que estamos viendo, esas atrocidades, todo el dolor y sacrificio regado de sangre vertida por inocentes, es realidad o está basado en ella. Desde que el hombre es hombre, la guerra ha estado a nuestro alrededor, desgraciadamente, porque siempre ha sido el orificio de salida para el odio, las diferencias, la ambición o simplemente, para conservar el poder del comercio, ya desde antaño. La primera vez que tuve constancia de una guerra, fue en la de Irak e Irán. Más tarde vendrian otras, como la sangrienta guerra civil de Sierra Leona, las Malvinas, Afganistán, Libia, las guerras del Golfo.... siempre en los telediarios, siempre revolviendo conciencias, pero nunca las de los canallas que las organizan.
El viejo continente, aunque ha estado metido en mil y un fregados, como parte de la OTAN, llevaba mucho tiempo sin sufrir en sus carnes la devastación de la guerra, excepto algún escarceo que no llegó a mayores, hasta que la caida del muro de Berlín, la desintegración de la URSS y todo lo que vendria después, desemboco en una de las guerras mas crueles del siglo XX, la guerra de los Balcanes, donde el impetu nacionalistas de las diferentes nacionalidades que conformaron la antigua Yugoslavia, les llevó, primero a la guerra entre Serbia y Croacia, y después de los primeros, y en parte de los segundos, más tarde contra los albano kosovares y al final, con Bosnia. Atrocidades excusadas con mentiras, por ambos lados, tanto serbios como croatas, que cometieron atrocidades en nombre de la patria y la bandera, y la aniquilación más tarde de los bosnios de ascendencia musulmana, mientras la OTAN miraba hacia otro lado, hasta que fue demasiado tarde para intervenir, cuando lo hicieron, los valles estaban regados con demasiada sangre, en nombre de la gran Serbia.
En todas la guerras, hay vencedores y vencidos, estos últimos siempre son la población civil que sufre la peor parte de las contiendas, que ven destruidas sus vidas en nombre de no se que mentiras. Guerras cuyos mensajes manipuladores, consiguen despertar en los pueblos el odio hacia el vecino, la sed de sangre, sin llegar a darse cuenta, que al final, todas la muertes se cometen simplemente, en nombre del hambre de poder de unos cuantos. Hace un par de días volví a rememorar la guerra de los Balcanes, al acabar de leer, "La hija del Este" de Clara Usón. La escritora, partiendo de la noticia, del suicidio de Ana Mladic, hija del criminal de guerra, Ratko Mladic, de un disparo en la cabeza, desarrolló esta novela, en la que describe el odio ciego, y como alguién puede estar tan seguro de tener la razón, de creer en los suyos, que es incapaz de ver más allá. La novela cuenta, como Ana, que piensa que su padre es un heroe, que está salvando a los suyos de la aniquilación, primero por parte de los croatas, después por parte de los musulmanes serbios, y que luchar por el honor de su país Serbia. Como en un viaje a Moscu, con los que creia sus amigos, descubre vivir en una burbuja de cristal, que nadie le lleva la contraria por ser hija de quien es, que todo es una gran mentira, y que su padre, más allá de ser un dios, es el auténtico diablo, algo con lo que Ana no podrá vivir, todo ambientado en aquellos años de violencia y masacre irracional.
Trás terminar de leer el libro, que os recomiendo sin lugar a dudas, donde describe la vileza del hombre, la flaqueza de unos y otros, como la vida puede depender del prisma que se miré, volví a rescatar aquel disco que Savatage editaron en 1995, basado en la guerra serbo-bosnia, con el amor como telón de fondo, entre un serbio y una musulmana bosnia. Savatage se apartaban un poco del heavy metal más tradicional de años anteriores, para embarcarse en este disco conceptual, épico, que significaba el regreso a la banda de Chris Caffery. Alex Skolnick, ex-Testament, se habia marchado, y en su lugar, entraba un guitarrista de gusto excelso, como es Al Pitrelli, que junto a Chris, Zachary Stevens a la voz, Johnny Lee Middleton al bajo, Jeff Plate a la bateria y el imprescindible Jon Oliva a los teclados, se sacaban de la mango un discazo enorme, con orquestaciones, referencias a la música clásica y todo el drama que supone un lugar en guerra.
Ya desdé el tema "Sarajevo" te das cuenta que este es un disco muy especial, todas las melodías gracias a Stevens, el grandísimo trabajo guitarrero de Pitrelli y los teclados de Oliva, que toman protagonismo desde el primer momento, aportando grandilocuencia al sonido. Savatage dejaban de lado, la dureza constante de tiempos anteriores, para centrarse en temas más melódicos, muy trabajados y elaborados. Pero no se olvidaban de golpear duro a pesar de todo, como demostraban en "I am", un tema marcial, desgarrado, que según va sonando se va llenando de grandeza y belleza, con esos teclados. El nivle creativo de la banda, se hace patente por ejemplo en "Starlight", en la que Pitrelli va tomando el mando a base de solos, junto a la fuerza vocal. "Doesnt matter anyway" tiene un riff bestial, que rememora sus andanadas más heavys, de nuevo con un Pitrelli, cuyo trabajo en este disco es enorme, como el de toda la banda, dicho sea de paso.
"This isn't what we meant" es de esas canciones que te pone la piel de gallina, con un Oliva descomunal en los teclados, y un Stevens que deja salir todas las emociones posibles de su garganta, para dotar a la canción de ese dramatismo tan intenso. Llega el momento sinfónico, con la instrumental "Mozart and madness", con el absoluto protagonismo de Oliva y los solos de Pitrelli. "Memory" es la intro a la potente "Dead winter dead", con un grandísimo riff, y Stevens, que aporta de nuevo muchísima fuerza en su interpretación vocal, con una parte final instrumentalmente hablando, para enmarcar. "One child" vuelve a mostrar el lado más reposado del disco, poniendo de nuevo de manifiesto ese dramatismo que conlleva la temática del disco. Pero cuando hablo de reposado, no penseis en baladas al uso, porque la base rítmica le aporta una fuerza tremenda en todo momento.
"Christmas eve (Sarajevo 12/24)", mantiene unos pasajes instrumentales buenísimos, tratando de ponernos en situación de ese dia de nochebuena en una devastada Bosnia, en un cercado Sarajevo, donde salir a la calle, a intentar buscar algo de comer o de abrigo, podia significar la muerte a mano de algún francotirador. El disco lo cierra, "Not what you see", que como dirian al last but not al least, cargada de dramatismo,sobre todo por parte de Zachary, que te deja por un lado la satisfación de la grandeza de la banda y sus composiciones, y por otra, el desasosiego de la historia que cuenta. Ojalá fuesemos capaz de aprender de nuestros errores, no volver a repetir el pasado, pero seguimos viendo que no es así, ahí tenemos Irak, Afganistan, Siria...., las heridas no son faciles de cerrar, y la justicia, nunca termina de llegar en estos casos, pero al menos, ahí quedan las pruebas de lo que pasó. Clara Usón y Savatage, te invitan a recordar ese trozo de historia y a no olvidar, que ninguna muerte tiene sentido.
Comentarios
me scuchare el disco de Savatage