THE WALKING DEAD. TEMPORADA 5. EL TIMO DE LA ESTAMPITA.

Los guionistas de la serie se han convertido en auténticos titiriteros. The Walking Dead va de más a menos, pero casi desde el principio. Esta quinta temporada, yo que he defendido la serie, posiblemente, con menos fuerza al paso de cada capitulo, no sabia a que atenerme, y los peores augurios, han terminado volviéndose realidad. Esta ha sido la peor de todas las temporadas, que han convertido la serie en anodina, sin ritmo y la han sumido en un estado comatoso, y eso que durante un par de episodios, la llama ha vuelto a arder, para resultar solo un oasis en el desértico tedio en que se ha sumido. Quizás penséis que estoy siendo excesivamente duro y critico, pero no son más que las palabras de un fan decepcionado.

Personajes como Daryl o Michonne han perdido fuerza, ese aire salvaje y destructivo que les envolvía. Los personajes se han ido diluyendo, dejando todo el protagonismo a un Rick inmerso en "profundos" pensamientos propios de las frases que aparecen en el interior de las galletas de la suerte chinas. En el continuo deambular de capítulos sin ritmo ni sentido, el afán por extender la trama todo lo que la gallina de los huevos de oro aguante, se ha perdido la tensión. La inclusión de nuevos personajes, no auguran nuevas sensaciones, pues la tipa que dirige la comunidad donde ahora se encuentran, cuyo nombre, para ser sincero, no recuerdo, no llega a la suela de los zapatos a un personaje como El Gobernador, y mucho menos, los Wolves, que parece que serán los nuevos adversarios del grupo de supervivientes. Aún así, cuando dé inicio la nueva temporada, yo, como muchos de vosotros, seguro que volveremos a sentarnos frente al televisor, a ser de nuevo estafados con el timo de la estampita.