Series: BAD BLOOD
Hace ya muchísimo tiempo que renuncié a buscar esa serie que te cambia la vida. Tal vez lo hice porque cuando una serie comienza a acumular temporadas me termino cansando. A veces por mi culpa. Otras no. Series que me engancharon como “Lost” o “House of cards” perdieron al final fuelle. Algo así podría aplicar también a “Prison break”. Con “Breaking Bad” me pasó al revés. Me costó engancharme pero al final sucumbí a su adición. Con Juego de Tronos y Los Soprano aún no he dado el paso. “Stranger things” fue amor a primera vista. El último bluff fue “The Walking Dead”. Después de resistir estoicamente ocho temporadas decidí no dar oportunidad a la novena. No todo van a ser malas noticias. Entre las que guardo con muy buen sabor de boca se encuentran “The Crown”, “Narcos”, “Sinner”, “The Dark”, “La casa de papel” ,“Vis a Vis” o “Fauda” (de estas dos últimas tengo intención de hablar aquí en el blog. Pero hoy me voy a centrar en una que he disfrutado hace apenas unos días, “Bad Blood” en Netflix. Sin prisa ni pausa y su ápice de impaciencia por el siguiente episodio. Dos cada noche antes de dormir.
Debo reconocer que lo que me llevó a elegir “Bad blood” entre la gran oferta que presenta Netflix es la aparición de Kim Coates como uno de sus protagonistas. A su personaje en “Sons of Anarchy” le pillé mucho el rollo y eso al final sirve para cosas como estas. Que tan solo sean seis episodios también, no lo voy a negar. “Bad Blood” es una serie sobre la Mafia (otro punto a su favor en mi ranking personal) pero traslada la acción fuera de E.E.U.U. Se centra en la historia de Vito Mezuto, capo de la Mafia en Toronto y de las luchas dentro de la Familia. A pesar de algún tópico y típico mantiene muy buen ritmo mientras narra la historia de la Familia Mezuto, sus negocios y esferas de influencia y poder. El personaje de Coates -Declan- compite de tú a tú con el del siempre efectivo Anthony LaPaglia -Vito Mezuto-. Seguramente “Bad Blood” no esté capacitada -ni pensada-para codearse con las grandes series del género pero a mi ha conseguido hacerme disfrutar mucho.
Debo reconocer que lo que me llevó a elegir “Bad blood” entre la gran oferta que presenta Netflix es la aparición de Kim Coates como uno de sus protagonistas. A su personaje en “Sons of Anarchy” le pillé mucho el rollo y eso al final sirve para cosas como estas. Que tan solo sean seis episodios también, no lo voy a negar. “Bad Blood” es una serie sobre la Mafia (otro punto a su favor en mi ranking personal) pero traslada la acción fuera de E.E.U.U. Se centra en la historia de Vito Mezuto, capo de la Mafia en Toronto y de las luchas dentro de la Familia. A pesar de algún tópico y típico mantiene muy buen ritmo mientras narra la historia de la Familia Mezuto, sus negocios y esferas de influencia y poder. El personaje de Coates -Declan- compite de tú a tú con el del siempre efectivo Anthony LaPaglia -Vito Mezuto-. Seguramente “Bad Blood” no esté capacitada -ni pensada-para codearse con las grandes series del género pero a mi ha conseguido hacerme disfrutar mucho.
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