WARRIOR SOUL - Rock n Roll Disease

Ya lo cantaban Rose Tattoo, “Nice boys don’t play rock and roll”. El rock no es tal vez de tipos agradables. Para eso ya tenéis el indie, ¿no?. Recuerdo una camiseta con cierta leyenda con el indie de protagonista. ¡Enorme!. El rock n roll necesita mala leche sobre el escenario y a veces creo que últimamente adolece de tan preciado ingrediente. Encima le pilláis  manía  a los que la profesan de forma natural. Solo a Dylan le parece estar permitido ser un jodido borde. Bueno y al Sabina aunque este desde hace mucho se encuentre perdido como un torero al otro lado del telón de acero. A lo que iba antes de que se me haya marchado -una vez más- el santo al cielo. Kory Clarke es uno de esos tipos que derrochan mala baba. O eso parece. Sobre el escenario desde luego que es donde más importa tenerle y “juzgarle”, que lo que haga en su casa ni nos compete ni nos importa .



Ya hace mucho que Warrior Soul es Kory y viceversa. La irrupción de la banda en la escena  rockera en su momento les llevó a atesorar un puñado de fans que ansiaban savia nueva con sonidos por entonces más actuales que a su vez mantuviesen el debido respeto a las fuentes de las que todos bebimos. Ahora con Warrior Soul como alter ego de Clarke, después de su retorno en 2012 a un mundo que ni de refilón se parece a aquel en el que irrumpieron en el 91 como un torbellino, lanza su tercer disco del nuevo siglo (vale, cuatro si incluimos el recopilata del 2000. Pero es que me gustan tan poco los greatest hits que me los salto a conciencia). Rodeado de Adam Arling, John Polacheck y Dennis Post dando guitarrazos, Christian Kimmett al bajo y en la batería  John Besser e Ivan Tambac -si, el Ivan Tambac de aquellos cojonudos Smoking Bird y jugándosela con Mad Men Rock programando conciertos-. ¿Que tal este “Rock n roll disease”?. Pies seguramente muchos les pongan pegas, busquen conexiones con tiempos pasados o se pierdan en concienzudos análisis de la estructura de sus canciones para emitir un docto juicio. Yo que soy un puto gañan lo estoy disfrutando  tal cual con ese rollo Motorhead/AC/DC como actitud y fuerza bruta que derrocha a piñón fijo. Una explicación universal de como entender las canciones que componen este nuevo disco de Warrior Soul -y no literal, hijos de puta, que nos conocemos-. Voy vaciando birras mientras suena una y otra vez en mi reproductor mientras pienso como de fuerte puede sonar esto en directo. Nada de historias. Solo puto hard rock n roll directo a la cara. ¡Golpéales otra vez, Kory!.


Comentarios