RESEÑAS EXPRESS LIBROS - Enero 2022
Mi reticencia a ver la televisión me llevó a enterarme a posteriori que este libro de David Saavedra estuviese relacionado con el programa de Jordi Évole por lo que llegaba a estas memorias sin conocimiento previo del autor y protagonista, más allá de lo explicito del título. La realidad es que estas memorias de un ex nazi, resumen de manera ágil veinte años de Saavedra en las filas de la extrema derecha española, a la que radiografía con precisión y sin perderse en detalles propios de su vida que al final solo podrían ser engorrosos y dificultar el buen ritmo de lectura por ese estilo novelado que posee el relato. Saavedra describe en primera persona la inmersión en una ideología que necesita el fanatismo como forma de vida. El aislamiento de cualquier opción que pueda hacer dudar de la veracidad de los hechos contados dentro de lo que el denomina la burbuja y como se utiliza el victimismo como reafirmación de la razón, ese viejo dicho de si están contra nosotros es porque llevamos la razón. Un mundo violento tanto en obra como en ideas, donde todo gira alrededor de un planteamiento de la vida que no deja abrir ninguna ventana por miedo a que cualquier rayo de luz pueda resquebrajar el discurso oficial en el que se sustenta. Un pero. Señala personajes que ya sabemos de sobra de dónde vienen pero deja en el anonimato otros que tal vez hubiese sido interesante exponer. Pero sin duda, un libro interesante, que refleja la forma de actuar de las sectas, sobre todo las más peligrosas.
Este libro se me había quedado ahí en un rincón. La exposición mediática de Varoufakis en su día me hizo postergar su lectura y bueno, una cosa llevo a la otra, pero curiosamente, que saliese nombrado en el libro del que hablo más arriba, me hizo devolverlo a la palestra. Esta economía sin corbata no es más que una explicación clara, concisa y sencilla por parte de Varoufakis de lo que son los mercados y como funcionan estos, abordando temas en definitiva tan habituales en cada telediario como deuda, inflación o deflación, explicado de manera que podamos entenderlo sin perderse en tecnicismos que lo alejen de llegar a ser comprendidos con naturalidad por el resto de mortales porque como lo plantea como una conversación con su hija, se desprende de ese instinto natural de muchos economistas de meterse de lleno en términos farragosos con los que tratar de presumir de sapiencia. Otra de las cosas que me ha gustado mucho de este libro, es que también al contrario de otros de sus colegas, se desprende todo lo posible del sesgo ideológico, que al final se ve reflejado de una u otra manera, como es lógico, pero no lo utiliza como hilo conductor ni principal acicate, ya que su objetivo es es acercarnos a los conceptos más básicos para entender la economía tanto nacional como internacional. El mejor resumen de este libro lo hace él mismo: "Por desgracia, la mayoría aplastante de mis compañeros de trabajo, de los economistas, eligen fingir que son científicos, y así se acaban pareciendo a los astrólogos..."
Sentimientos contradictorios con esta novela que bordea el género del terror. Una historia presente: Una psiquiatra es contratada por un magnate - y ex paciente - para dirigir una clínica aislada donde curar adicciones que van desde el juego a la necesidad imperiosa de vivir conectado al móvil. Una pasada: Un terrible asesinato en las montañas alemanas. Dos líneas paralelas que terminan convergiendo. Los adictos posee agilidad de lectura y va dejando rastros de interés que invitan a seguir pasando páginas a pesar de que pasado medio libro, aún no haya ocurrido nada reseñable. El mayor problema al que se enfrenta la novela es a la poca definición de sus protagonistas quizás porque prescinde de los tan necesarios actores secundarios para nivelar la importancia de unos y otros. Aún así, y de la falta de crudeza que debe de exigir el guión, consigue mantenerte alerta e interesado en sus páginas llevándote hasta su final, por cierto bien construido así como la trama que va construyendo hasta finalizar en dicho desenlace. Un libro de lectura rápida e interesante pero que me ha resultado excesivamente aséptico en detalles teniendo en cuenta el género donde se mueve.
Conocí la pluma de Roberto Montero González por obra y gracia de "Cuchillo y Pistola", con la Venta Vargas y Camarón como centro del universo en el que giraba la historia. Y me creo la llaga suficiente para engancharme a su prosa. Llega ahora "Talco y bronce" y la devoro con ansiedad. Ese mundo llamado España de principio de los 80, el Mundial de Naranjito a las puertas, la más que previsible llegada del Isidoro el traidor al poder y la vida al filo en las calles, atracos en una loca robada, el baldeo y la recortá, policías corruptos con más mugre interior que la celda de la comisaría más recóndita, el jaco causando estragos, las manos a la cabeza y callados que no respondo. Una novela negra inspirada en ese mundo quinqui que tan bien nos relató Eloy De la Iglesia y compañía, y que Montero Glez enlaza inteligentemente con su novela. Desde el lenguaje de los protagonistas, de un mundo donde los descuidos se pagan, incluso con la vida. No falta los inspectores de policías emponzoñandos hasta el tuétano, tirando de placa y lo que haga falta para satisfacer sus más bajos instintos, para hacer de la mordida el pan nuestro de cada día. Amor en los tiempos del caballo, del quien tiene más huevos, del rájalo tú que yo acabo de salir del talego. Una historia de delincuentes en los que los héroes y los villanos intercambian papeles con la misma facilidad que pasa la vida. Gloria.
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