A TIRO - Bajo la piel
Hubo una época de mi vida en la que los fines de semana no se diferenciaban excesivamente del resto de días, sobre todo por las noches cuando dicen que todos los gatos son pardos. Cualquier excusa, por muy nimia que llegase a parecer, era buena por brindar. Derrochar risas, trotar la ciudad de un rincón a otro, velar vicios y buscar refugio antes de que salga el sol o las fuerzas aguantasen, lo que llegase primero. Demasiadas historias guardadas en el maletero del coche aunque siempre queda sitio para otra más. La vida no cambia pero va transformando su sitio. Y su sino, no nos engañemos. Hay a quien se le escapa una sonrisa nostálgica cuando rememora viejos momentos al verme llegar. Yo no. Vendí la añoranza en un mercadillo de segunda mano hace ya un puñado de años y me gasté lo que me dieron por ella en discos y cervezas. Y en unas buenas tapas junto a mi compañera de camino que tiene el cielo ganado con mi facilidad para saltar al vacío y enredarme en todas y cada unas de las redes que se ponen a mi alcance e incluso en las que no.
Y es que hay cosas que se instalan bajo la piel y de ahí no salen nunca, otra cosa es quien haya decidido poner capas y más capas para que nunca vean la luz de nuevo. O tal vez es que realmente nunca estuvieron ahí. "Bajo la piel" son las historias que nos traen A Tiro con su último disco. Rock And Roll gente de mal vivir, del que solo sabe de mover los pies y gritar hasta quedarte ronco. Ese Rock And Roll de formas de actuar y maneras de respirar. Del que tiene un pie en lo que se coció más allá del Atlántico y también en la tradición del que golpeo las calles aquí. Los madrileños A tiro lo tienen y de qué manera. Sudor y cervezas entre humo y adicción. Déjate de medias tintas que al menos a mí nunca me hicieron falta. "Salvaje" abre disco y hace honor a su nombre. Convicciones como única ley. "Dale gas" recuerda a esos M-Clan que tanto echamos de menos, a ese rock de roce sureño y guitarras de alto voltaje. Atención a "Mi desierto" que funde un tono más íntimo en la melodía de voz con el protagonismo omnipresente de las guitarras.
Sin explicaciones que no son necesarias ni tiempo para perder en ellas, sino marcando con ritmo el camino se nos presenta "La chica Rock And Roll" de espíritu añejo. Enciende las velas y apaga la luz para bañarnos de su influjo y del blues del medio tiempo "Lamiendo las heridas" que va creciendo en intensidad de forma magistral. Concesiones para un público más amplio se dan cita en "Vamos a saltar" mientras que "La careta de tipo normal" recupera la apuesta por el Rock And Roll más clásico con unos teclados fantásticos que impedirán que dejes de bailar. También hay lugar para la instrumental "Tiempos eléctricos", otra demostración de puro rock, sin artificios ni edulcorantes, sustancia de primera, algo que sigue presente en "Atrapado" que muestra herencia de mis queridos y añorados Platero y Tú, uno de los mejores grupos que ha dado el Rock And Roll de este país.
Cierra el disco la balada "Bajo la piel" aderezada por el sonido del saxo y con letra que relata ese ADN que A Tiro tienen bajo la piel, y que comparten con tantos de nosotros. Un disco fantástico, puro Rock And Roll para escuchar a buen volumen y mejor compañía. A Tiro se muestran francos, presumiendo de credenciales sin complejo alguno. Buenas canciones contra momentos convulsos.
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