RESEÑAS EXPRESS: GHOST/GIN LADY/VELVET INSANE/VOIVOD
Nueva entrega de Reseñas Express. A pesar de que este 2022 avanza de manera implacable e incluso demasiado rápido, o esa es mi impresión, que ayer estábamos celebrando el año nuevo y ya por la mirilla de la puerta vemos aparecer la primavera. Como decía, inmerso ya en 2022, me siguen quedando discos del año pasado por mencionar, porque además algunos de ellos no merecen quedar en el ostracismo y el olvido al que nos obligan estos tiempos de inmediatez y consumo desaforado. Entre ellos los de grupos como Gin Lady y Velvet Insane. También aparecen hoy otros editados este año, como el nuevo de los siempre difícil de encasillar Voivod, o el tan esperado por muchos nuevo disco de Ghost.
Como no vivimos en una jodida burbuja que nos aísle de todo, ni intención tengo porque jamás soñé con ser ermitaño, me llegan ecos, la gran mayoría positivos del nuevo trabajo de Ghost. Oigo hablar de influencias del hard rock ochentero - pues mira, ya eso lo hicieron con muy buen gusto en mi opinión Turbonegro con su último disco - e incluso oigo nombrar y reivindicar a grandes bandas del a.o.r. por lo que manteniéndome en mis treces, de no posicionarme sin haber oido el disco.
En el disco por momento puedes reconocer a Foreigner, cierto rollo épico a Metallica, los Queensryche de "Empire" aunque cualquier comparación con el Geoff Tate de aquella época es pura blasfemia y una derrota de antemano aunque quien más se me aparecen sea el espíritu de los canadienses Rush y es que a pesar de lo que la gente pueda decir, "Imperia" tiene mucho más de ellos o Kansas que de Night Ranger sin ninguna duda.
Exceptuando un par de canciones, reconozco que este "Imperia" es un disco del que disfrutar bastante y que debería cambiar la percepción que algunos tienen que la banda y tal vez invitar a otros, a profundizar en una serie de bandas reflejadas en este trabajo, y que seguramente renieguen de ellas.
Seis discos en diez años no es mal balance. Con el gran sabor que dejó en el paladar "Tall Sun crooked Moon", estaba claro que había ganas de ver que traían de nuevo los suecos con la certeza que desprende la portada de este "Camping with bodhi" de que su camino está bien marcado y encauzado.
Queda latente que Gin Lady han ido dejando la rudeza por el camino y que cada vez basan más su sonido en guitarras nada atronadoras, cuidadas melodías vocales y el Hammond, formula de tiempos añejos bien enmarcados en los que sentirse como pez en el agua, obviando influencias actuales para destilar ese aroma tan propicio y propio del rock sureño, el folk rock y lo que se coció entre final de los sesenta y primeros setenta. Ya sabéis que estas historias van por barrios, y disfruto más del empaque rockero de canciones como "Haven't see you lately", esas guitarras a los Allman Brothers de "Fields of Joy", el riff Stoniano de "I love you babe" o el músculo sureño de "Freedom rider" y "Soldier on". Uno de esos discos que tienen lugar privilegiado en mi coche sobre todo cuando hay carretera que recorrer.
¿Cuándo decidieron que el Rock And Roll debía ser algo anodino y serio?. ¿Quien abrió las puertas a los delirios de grandeza que condujesen al etilismo?. Afortunadamente aún siguen apareciendo bandas como Velvet Insane, conocedores de la deuda del rock and roll con la leyenda de divertirte toda la noche y parte del día si fuese necesario. Reivindicando el glam rock de guitarras crujientes y melodías sinuosas a través de canciones directas. Posters en la pared de Marc Bolan, The Sweet, Hanoi Rocks, Kiss, Slade... y de toda la invasión nórdica encabezada por Hellacopters. No en vano, nos encontramos a Dregen y Nicke Anderson en la pegadiza "Backstreet liberance" y a Sulo tras los controles.
Dosis de chulería, lápiz de labios y terciopelo con el suficiente empaque rockero y la necesaria benevolencia pop, construyen himnos que puede que a alguno les sepa a goma de mascar pero que seguro que muchos otros nos recuerde aquellos tiempos en los que el Rock And Roll y la actitud marchaban de la mano y jugaban al despiste con descarada intención. Sin lugar a dudas, uno de esos discos que merece no pasar inadvertido.
Los canadienses Voivod siempre han sido muy complicado de etiquetar incluso desde aquellos primeros tiempos en los que se alienaban junto a las legiones del thrash metal. Su obsesión por ir más allá, por no limitarse, por incorporar y fundir distintos conceptos para crear su sonido propio les ha convertido en un grupo de difícil acceso para unos y de devoción para otros. Todo ellos sin perder de vista la ciencia ficción como parte fundamental de sus letras y también su concepto.
Durante estas cuatro décadas, a su primigenio thrash metal se le fueron añadiendo primero el rock progresivo y mas adelante el rock psicodélico y por medio un puñado de historias que abarcan un abanico amplio, en un constante avance. Llegamos a su decimoquinto disco, este "Sycnhro Anarchy" en el que se muestran más directo, ojo, siempre dentro de lo significa eso dentro del universo Voivod. Quizás haya menos experimentación que en ocasiones anteriores pero también es cierto que llega un momento en el que seguramente no lo necesites en mayor medida. Seguramente este "Synchor Anarchy" sea un disco más accesible, sobre todo después del ep "The end of dormancy" donde el jazz se incorporaba como otro de los elementos que se vuelven naturales en su música y que casa perfectamente con ese impresionante "The wake" de 2018, pero no por ello deba colocarse en un escalón inferior ni hayan llegado - ni parezca que vayan a hacerlo - a diluirse como Opeth. Voivod se siguen mostrando como una banda con una calidad impresionante. Por cierto, la influencia de Piggy en la forma de tocar de Chewy es palpable y algo que se agradece mucho.
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