RESEÑAS EXPRESS: VICTOR FRAILE/ DVNE / CHILDREN OF THE SUN / WE THE RIOT
Víctor Fraile, guitarrista de Whisky Caravan y Onírica Dual junto a Morti lanza este "Diarios de un instante" su primer lanzamiento en solitario adentrándose en terrenos mas melódicos y llevando sus canciones a ese instante propio personal e íntimo, dando vida a sus letras que flotan en los pasajes acústicos de las canciones que conforman este disco.
Voz y guitarra como motivo principal, un mar de acústicas en los que Victor Fraile nos presta sus textos a corazón abierto, bien respaldado por piano, bajo y batería que cumplen su papel fundamental de enriquecer el sonido colocados en un importante segundo plano. Podemos encontrar baladas desnudas, a voz y piano como "Telón de acero", los ritmos latinos apocados de "Niños que matan", el aroma rockero de "Tu secreto" o "Esta ciudad". Esta primera aventura de Victor Fraile en solitario deja muy buen sabor de boca, esa sensación de cercanía e intimidad que desprenden sus canciones consiguen que las saborees con el placer de la música que se cuela por la vía de la honestidad.
Pasamos directamente de la luz de Victor Fraile a la oscuridad manifiesta de Dvne y su último trabajo "Temen Æenka" ya bajo el auspicio de Metal Blade. La música de los escoceses navega entre el distorsionado rock progresivo perfectamente coronado con la densidad del sludge y la maniobrabilidad del post rock para proponernos un viaje lleno de sobresaltos sonoros donde el más mínimo instante de distracción puede llevarte a perderte alguno de los detalles que encumbran las canciones de estos británicos.
Clara muestra de la disconformidad sobre la uniformidad que muestran Dvne se pueden observar en los nueve minutos de una canción como "Towers" en la que sus desarrollos y cambios consiguen que olvides el probable cansancio que pueda ofrecer un largo recorrido por el minutero del reloj. Dvne no se entregan a ninguna filosofía acotada por lo que en sus canciones conviven de forma natural y maestra la distorsión con el sonido cristalino, las voces guturales con las melódicas, los cambios abruptos con las líneas más continuas. "Temen Ænka" es un disco en el que perderse sin prisa por regresar.
"Roots" representa un viaje de los suecos Children of the sun hacia los sesenta empapándose de principio a fin de todo lo que representó musicalmente aquella década aunque se puedan observar detalles de la posterior en algunas de sus canciones. Comandados por la excelente voz de Josefina Berglund Ekholm, nos proponen un puñado de canciones con calidad y una producción optima en la que no ha descuidado ningún detalle e imprimen todo el disco de una belleza intrínseca que muestra a las claras todo el potencial que atesoran Children of the sun.
Ahora, porque tenía que haber un pero, como la cabra tira al monte y uno no reniega ya a estas alturas de lo que es, reconozco que echo en falta algún arrebato de furia más continuado, un latigazo de potencia que empuje las canciones y las saque de ese remanso de paz y melodía en el que navega, y repito que de manera estupenda, para que aunque sea por segundos recorra tu espina dorsal. Y seguramente esta sensación la acentúa cuando en canciones como "Leaves" o "The soul" demuestran que son capaces de hacerlo como la misma naturalidad.
Desde Mallorca llegan We The Riot y lo suyo es el hardcore melódico o punk rock melódico que explotó en los 90 y que tendría a Bad Religion como grandes padres del género y que luego asaltaría los cielos con bandas como NOFX o Pennywise como alumnos aventajados - vale, y Green Day petando las radiofórmulas, aunque ya eso sea harina de otro costal - .
Un disco variado, doce canciones que se resumen en apenas media hora en la que conviven velocidad y melodía, sin miedo a abrir registros y poder llegar a mayor cantidad de gente. Porque aunque evidentemente hay un patrón que les sirva como espina dorsal, We The Riot dejan fluir todas sus influencias y maneras de entender la música que se traen entre manos, consiguiendo que el disco en ningún momento se haga monótono sino que sea capaz de atesorar en cada canción detalles que la distingan del resto.
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