War & Peace - Light at the end of tunnel (2001)


Siempre ha sido notorio que el pico más alto de aversión en el seno de Dokken se ponía de manifiesto en la relación entre Don y George, algo constante desde los primeros días de la banda. No olvidemos que Lynch acusa a Don de robarles las canciones a XCiter, banda en la que el guitarrista militaba junto a Mick Brown y a los que Don Dokken solicitó su colaboración para la grabación de aquella demo junto a Peter Baltes y que según siempre la versión de Lynch el vocalista hizo suyas. Cierto es que existen grabaciones de XCiter tocando “Paris is burning” antes de unirse Lynch y Brown a Dokken, amen del disco editado en 2006 por XCiter que además de temas nuevos recogía la demo grabada a final de los 70 en la que aparecía dicha canción y una seminal “Sleepless night” que ya en su versión de 1987 para “Back for the attack”, también fue motivo de enfrentamiento en el seno del grupo, debido a que cuando ofrecieron a Dokken incluir una canción en la banda sonora de Nightmare on Elm Street, Don apareció con “Sleepless night” y se encontró que el dúo Lynch/Pilson habían hecho lo propio con “Dream warriors” que terminó formando parte de las aventuras de Freddy Krueger.

Y es que las historias que recorren la espina dorsal de un grupo al que posiblemente sólo mantenía unido el éxito son abundantes. La salida de Juan Croucier después de “Breaking the chains” abrió las puertas a Jeff Pilson y este no  tardó en tomar partido por el guitarrista en detrimento del vocalista. Conocidas son las intenciones de Lynch de continuar como Dokken sin Don o de que este compartiese labores vocales con Pilson y así, mil más. Dokken es una de mis bandas preferidas de aquel sonido Made in U.S.A. por lo que la marcha anunciada de George después de una tumultuosa gira de “Back for the attack”, con más de un enfrentamiento físico entre Don y George y que como punto final al paso de este último por el grupo -en aquellos días- editaron el directo “Beast from the east”.



La marcha de Lynch para formar Lynch Mob en 1989 dinamita el grupo. Mick Brown se le une, completando la formación Oni Logan y Anthony Esposito, primero y Robert Mason sustituyendo a Logan en las voces del segundo disco, ambos muy recomendables. Por su parte Don Dokken ficha a John Norum que se encargará de las guitarras de su primer disco en solitario, “Up from the ashes” en 1990. ¿Y Jeff Pilson?. Pues el bajista por su parte, forma  Flesh & Blood, junto a Vinny Appice , Michael Diamond (Legs Diamond) y Randy Hansen pero una serie de problemas legales le obliga a dejar el nombre e incluso canciones que se quedaban sin ver la luz, resultando de ello el nacimiento de  War & Peace, fichando por Schrapnel Records, el sello de Mike Varney, quien curiosamente recomendó a Jeff a Dokken cuando estos buscaban bajista tras las salida de Croucier a Ratt. Pero antes de lanzar el primer disco de War & Peace, Pilson orimero pone su bajo a disposición del primer disco de Michael Lee Firkins, guitar hero de la factoria Varney y luego se enrola en las filas de McAuley Schenker Group para grabar el disco “MSG” en 1992 donde coincide con James Kottak.

En 1993 ve la luz “Time capsule”, primer disco de War & Peace con Pilson, Russ Parrish (Steel Panther, Fight, si, los de Rob Halford), Tommy “Hendrix” Henriksen (Warlock, Doro) y el tristemente fallecido Ricky Parent (Enuff Z Nuff, Chalice), un fantástico disco de hard melódico que no desentona con una época que comenzaba a llegar a su fin. A Pilson le ofrecen la oportunidad de formar parte de la banda de Ronnie James Dio y el bajista no deja pasar la oportunidad. Al lado de la voz del hard n heavy, graba tres discos, el primero, "Angry Machines" en 1993. Mientras tanto, Pilson vuelve a Dokken en 1995, una nueva reunión para grabar "Dysfunctional", un disco influenciado por el influjo en la industria del grunge, un disco que en su día me dejo patidifuso pero que con el paso del tiempo he terminando apreciando y ubn acústico en directo. Pero si algo no iba a cambiar en Dokken es que sus miembros fuesen capaces de aguantarse, por lo que por si acaso, no deja su sitio en Dio, con quien en 1996 edita "Strange Highways", antes de que un año más tarde, viese la luz "Erase the slate" de Dokken, sin Lynch -de nuevo- y con Reb Beach a las guitarras. 

A pesar del mal sabor de boca con el fallido proyecto Flesh & Blood, Pilson consigue en 1999 sacar las canciones grabadas en aquellas sesiones de las que había perdido los derechos. Un disco que oscilaba entre canciones melódicas y otras que se entroncaban en el hard más clásico e incluso referencias más heavys. Cambio de siglo, y Pilson anuncia nuevo disco bajo el nombre de War & Peace. De nuevo de la mano de Schrapnel Records, que si bien, no me sorprendió conociendo la relación entre Varney y Pilson, si me pareció curioso en su día, que dicho disco no apareciese bajo el cobijo de sellos como MTM o Frontiers Records, que estaban revitalizando con sus catálogos el interés por el hard rock melódico y volviendo a poner en escena a músicos y bandas que parecían olvidados. Esta vez Pilson no venía con banda al uso, sino que decidió encargarse él mismo de voces, guitarras, bajo y teclados, invitando a la grabación a reconocidos guitarristas como John Norum, Reb Beach, Paul Gilbert, John Levin y Richie Kotzen. Curiosamente, Norum, Beach y Levin han sido guitarristas de Dokken en distintas épocas. Para la batería, reclutaba a James Kottak, con quien ya había trabajado a las ordenes de Michael Schenker.



"Light at the end of tunnel" salía bajo el auspicio del sello de Mike Varney y distribuido por Mascot Records, quien normalmente proveía mayoritariamente de discos de metal progresivo y variantes, lo que dejaba la duda de saber en que andaba metido Pilson. Ciertamente, el disco no es prog metal, pero tampoco es el hard rock que siempre relacionamos con Jeff Pilson, sino que recorre ese medio camino, fagocitando un punto de encuentro entre un hard potente y elementos progresivos -venga, va, no nos pongamos quisquillosos respecto al término-, dando pie a los guitarristas que le acompañan para el lucimiento personal que a su vez enriquece el de las canciones. Un disco que se aleja de lo que Pilson nos tenía acostumbrado, y de lo que seguirá haciendo en un futuro, donde además de un último disco con Dio, lo veremos en Foreigner, Blue Oyster Cult o en bandas de Hard rock de tintes melódicos como Black Swan con Robin McAuley,un par de discos de versiones con George Lynch o aquel "The Walls Have Eyes" de 2004 de nuevo con War & Peace donde regresa al sonido característico de ese hard del que fue protagonista durante los ochenta pasado por el tamiz de los nuevos tiempos. 

No me atrevería a calificar a "Light at the end of the tunnel" como una rara avis dentro del universo Pilson, porque el hard rock sigue ahí presente como maestro de ceremonias, como línea a seguir, aunque difiera de la manera en que siempre se lo hemos asociado. Un muy buen disco, que me atrapó en su momento y que al fin he conseguido original, aprovechando una de esas veces en las que lo encuentras a buen precio, algo que según que discos y que sellos, al menos en nuestro país, se hace considerablemente complicado a no ser que tu cuenta corriente pueda presumir de sacar pecho.

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