“Durante toda su historia, la superstición ha sido un concepto transaccional que no tenía un significado fijo propio, sino que cobraba sentido en contraste con otra visión del mundo más aceptada. En paralelo a las formas de gobierno y a los sistemas de creencias, han ido cambiando también los objetos a los que se aplicaba esta categoría. De donde resulta que la historia de la superstición es, en buena medida, la historia de una palabra y de los distintos modos en que la misma se ha empleado”. No seré yo ni mucho menos quien ose poner en entredicho nada menos que a Stuart Vyse. La superstición bajo distintos nombres y designios ha transitado junto a la humanidad desde que el neocortex se manifestó como motor principal de la evolución y enfiló los designios cognitivos. No voy a pasear por el filo de la navaja disertando sobre como deidad y mito pueden ser considerados anverso y reverso de una misma moneda lanzada al aire. No, no me pide el cuerpo polémicas que el frío de la distancia deja al antojo de la descontextualización propia de la escritura. Sé de manera fehaciente que me voy por las nubes, pero en esta ocasión, como coartada -aunque señoría, ya sabe usted que no me pesa nunca declararme culpable- la fantástica portada de “Return from forever” (2024) de los valencianos The Awaken junto al roce prolongado a la Antropología cognitiva y simbólica que he mantenido estos últimos meses.
Pero volvamos a The Awaken y su magnífico artefacto “metaloprogresivo” que ha facturado este duo envuelto en un sonido poderoso a la par de melódicos. Un disco en el que se conjugan con acierto ramalazos del heavy metal de corte clásico, fundamentos extraidos de las enseñanzas canónicas de Dream Theater, añadiendo influencias que se funden en la raíz del grupo convirtiéndolas en materia prima para su sonido. Canciones como “Leaving all the sorrow”, la furibunda “The awaken” o la que presta su nombre al título del disco. En tiempos en los que los ya de por si difuminadas fronteras del progresivo, al menos yo, agradezco propuestas centradas en un tipo característico y disfruto cuando conlleva la calidad que “Return from forever” atesora.
Por cierto, en la descripción que aparece sobre The Awaken en su bandcamp, nombran el power metal como una de ellas aunque yo no termine de verlo claro o al menos tan evidente como para que se perciba en las capas exteriores como si que parece -y es- evidente en los suecos Sacred y su disco editado este mismo año, “Fire to ice” (2025) que se combina con una creciente devoción por Iron Maiden, revelandose en el preciso instante que “Into the light”, canción que abre este disco se presenta en sociedad. “Fire to ice” (2025) navega presto por diversas tesituras del heavy metal, desde el reconocible estilo epic metal norteamericano de “Wasting away”, los versículos propios del hard rock reconocibles en “On the verge of becoming a shadow”… Vivimos tiempos de bonanza para el heavy metal respecto a bandas y discos, lo que actúa seguramente en perjuicio de este buen disco que seguramente acaba engullido por la cantidad de lanzamientos que nos van inundando, incluido alguno que otro más que esperado por la parroquia, lo que no es obice para decir a las claras que Sacred y “Fire to ice” merecen una oportunidad.
Como la que se ha presentado frente a mi cerebro a través de la musica de los norteamericanos Plaguewielder, una certera combinación de ecos extremos provenientes del black metal y la “limpieza” del gothic metal que además aglutina sin pudor influencias que se alejan del metal, todo ello visible -audible- en este fantástico “In dust & ash” (2025) cuyas guitarras me han volado la cabeza. Una banda capazde establecer y alargar paralelismos en los que se me antojan los Muse más inspirados si atravesasen las brumas del metal gótico. Aunque los de Ohio, principalmente en el plano vocal mantienen ardientes las cenizas del metal extremo, surcando mares hacia el post black, es la claridad, ese sonido limpio de unas guitarras por otro lado demoledoras, que crean unas atmósferas envolventes en contraposición con la impresión que pueda dar su portada. Plaguewielder, a los que reconozco no conocer antes de escuchar este “”In dust & ash”, que es ya su cuarto disco más algun e.p., y que me ha mantenido en vilo durante varias escuchas.
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