jueves, 13 de marzo de 2025

Sons Of Liberty - The detail is in the devil (2024)

Hace un par de semanas que corro como alma que lleva el diablo detrás de un rayo de sol. No recuerdo caer tanta agua desde el cielo al Sur del Sur. Casi nos podrían acusar desde el norte de apropiación cultural. Calcetines mojados cada vez que salgo a la calle, charcos escondidos a traición en adoquines que el tiempo quebró y el consistorio olvidó reparar, ocupados en otros menesteres que lucen más y mejor frente a la lente de una cámara aunque no incidan en el día a día de la gente del barrio, “que esos no dejan dinero a mis amigos inversores que se están quedando con las viviendas de media ciudad y encima no hacen más que quejarse. ¡Un mal rayo les parta!”. Vivo desde hace dos semanas mirando al cielo y sacando la mano por la ventana antes de salir. Una semana más, anuncia la app que mi móvil traía configurada de fábrica. Me siento en un escalón y alimento mi adición a la cafeina, única que me queda, seis meses llevo sin probar una gota de alcohol si las cuentas no me fallan. Hago tiempo mirando las redes sociales, imbeciles que inventan bulos, negacionistas del sentido comun adscritos a la maleficiencia e incrédulos que les creen a pies juntillas como dogmas de fe. Actualizo. El viento tira pinos, palmeras, carreteras convertidas en pasos fluviales, el Guadalete acariciando el borde que lo separa de la calle…

¿Cómo será Bristol?. ¿A qué viene eso ahora?, pensaréis. Asociación de ideas, porque  una guitarra eléctrica comienza a competir con el rítmico golpeteo de las gotas de lluvia sobre el tejado y el incesante combatir del viento contra las ventanas. Sons of Liberty tratan de equilibrar la situación a base de riffs. Este es el tercer disco de los de Bristol y apuestan más por el hard rock en detrimentos del rollo sureño, quizás por influencia de su nuevo vocalista, Russ Grimmet. ¿Os suena el apellido?. Correcto, su padre Steve nos deleitó poniendo su garganta al servicio de Onslaught y de Grim Reaper. Quizás también influya que detrás de la producción  de esas guitarras que escupen truenos -viene al dedillo la comparación- esté Josiah. J. Manning, guitarrista de la Kris Barras Band. Vete a saber, pero este “The detail is in the devil” suena poderoso, ruge de la manera ne esaria. No han olvidado sus maneras sureñas, que siguen presentes en canciones como “Turn this tide” o “Walk with you”, que suenan realmente bien, más dura la primera, más inmersa en el Americana mas rockero la segunda. 

Pero donde realmente me ponen como una moto es en esas canciones en las que el hard rock toma la delantera y se situa como buque guía. Canciones directas de guitarras hirientes y melodías clásicas. “Time to fly”, “What’s a man supposed to do” o “Love what you’ve got” me suben la adrenalina haciendo que mi corazón bombee a velocidad acelerada y mi garganta grite los estribillos. El detalle está en el diablo y este adopta el nombre de Black Stone Cherry, Tesla, Blackfoot o The Four Horsemen. Hard rock de tintes sureños o Southern Rock hiper vitaminado, lo que mejor os venga o gana.

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