martes, 9 de septiembre de 2025

Silver + Etorkizun Beltza: Noniná Festival, Jerez de la Frontera (Cádiz) 06/09/25


Un 23 de enero fui a decir adiós en directo a una de las bandas que más me han marcado desde aquellos días de adolescente en los que comencé a escuchar música. Al final, aquella despedida terminó en regreso, pero llegaba la hora de abrir de nuevo el círculo. Dicen que el hogar está allí donde está el corazón, y el mío, desde hace ya cuatro décadas, permanece inalterable donde sigue latiendo el Heavy Metal, algo a lo que Silver y sus canciones ha contribuido a permanecer inalterable a través del tiempo. Jerez de la Frontera, la sala La Guarida del Ángel acogía la edición Metal del Noniná Festival en la que el curtido vocalista, en su única fecha en Andalucía tras su regreso a la carretera, se presentaba con nueva banda y viejas canciones, preparado para asaltar una sala donde la afluencia de público no era excesiva pero si incondicional para revivir una parte importante de la historia de la música de este país con un recorrido por las canciones que grabó tanto con Muro, como con Silver Fist y Venganza, aquella banda formada con dos miembros de Obús. Muchas ganas de vivir una noche que aunque se apoye en el pasado, es muestra de  presente.

Pero antes, tomaban el escenario, ¡y de qué manera!, Etorkizun Beltza. La banda vizcaína ya se había prodigado otras veces por el sur, pero esta era la primera vez que me enfrentaba en directo a su propuesta de heavy metal contundente y rápido, pleno de pinceladas de las mejores enseñanzas del sabor más tradicional del género. Desde el inicio, Etorkizun Beltza salen a por todas, haciendo tronar la sala al ritmo de sus poderosas canciones. El apoyo de su sonido en la duplicidad de las guitarras y el poder vocal de su cantante, Imanol, a una altura que muy pocos pueden presumir de ella, es el aliado perfecto del sonido contundente y conjuntado que sus compañeros ponen en liza, creando un muro de sonido en el que se pueden adivinar la influencia de Iron Maiden, Leize o Metallica entre otros tantos que han contribuido a hacer del heavy metal ese fuente inagotable que sigue siendo a día de hoy. Sonaron canciones de su próximo disco así como habituales de sus anteriores grabaciones y además hubo lugar y espacio para un par de versiones excelentemente ejecutadas, como fue el caso de "Piedra contra tijera" de S.A. y una vibrante "Maldito sea tu nombre", cantada en su mayor por parte en euskera por Imanol y que dejó a las claras el potencial del vocalista, porque tener el valor de desafiar las líneas vocales de Juan Gallardo no es asunto sencillo e Imanol salió victorioso de ello. Gran actuación de Etorkizun Beltza que dejaban la sala como un horno.


Como un ciclón, Silver tomaba junto a su banda el escenario dispuesto a celebrar junto a los presentes un aquelarre de pasión y fuerza. En buena forma tanto física como vocal, Silver acomete canciones que forman parte ya de una vida, de la suya y de la gran mayoría de la gente que nos dábamos cita esta noche para disfrutar de su regreso. Se ha rodeado de una banda solvente, que construye el nicho perfecto para que el mítico vocalista se sienta arropado, le de el impulso necesario para dar vida en ese preciso instante a unas canciones que resucitan un día más en directo. Van sonando clásicos de Muro y de Silver Fist, "Telón de Acero". "Acero y sangre", "Martir", "Traidor", "El Miedo",, "No dejes de creer"... un puñado de canciones inmortales e imperecederas que eran coreadas por la sala a la vez que la garganta de Silver daba lo mejor de sí para convertir esta noche en algo inolvidable que eliminaba el inexorable paso del tiempo devolviéndonos la fe que nunca perdimos en el Heavy Metal que es más que más que una música, una manera de vivir como relatan las canciones que lanza la garganta de Silver.


Todo concierto posee sus momentos álgidos, algunos evidentes, generalizados, otros a nivel personal. Suena "El corazón del Metal" y la comunión banda público, es perfecta. Noche de amigos, de viejos, recuerdos, Imanol de Etorkizun Beltza sube al escenario, más tarde también lo harían Glory y Salva de Guadaña para rendir homenaje a Ronnie James Dio -ya antes con "No quedan héroes", Silver había recordado ademas de a RJ y a Lemmy, al recientemente fallecido Ozzy Osbourne a quien dedicaba la canción- con la mítica "La Voz" entre el colapso emocional de un público entregado ya sin remisión. Más momentos emotivos, Silver sube al escenario a su hijo para que primero haciendo coros y luego ocupe lugar tras los parches, el concierto quede mucho más en familia, Exhaustos pero felices, así salimos de una noche perfecta, con un Silver cercano, que accedió a fotografiarse con todo el mundo, a dedicarnos personalmente unas palabras a todos aquellos que nos acercamos a rendirle el merecido homenaje y darle las gracias -al menos en mi caso- por una vida llena de sus canciones.



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